domingo, 10 de septiembre de 2017

Mis 5 P's

Hace algún tiempo sentado con mi jefe de entonces junto con otros compañeros de trabajo, analizando el comportamiento de un producto al que se le había hecho un nuevo diseño de empaque con el fin de refrescarlo y mejorar ventas dijo... " no sé que sucede, no sé por qué las ventas no aumentan, si tenemos un buen producto (era cierto, por calidad era mejor el de nosotros en comparación al líder, y el nuevo diseño del empaque lo hacía más visible en las góndolas y hacía alusión a nuestro país), el precio está por debajo del líder, está registrado en la mayor parte del comercio y contamos con una excelente distribución (plaza), y lo hemos promocionado (promoción)... no entiendo qué pasa? En mi opinión, que había externado en varias ocasiones, no tomaron en cuenta la quinta P, el posicionamiento.

He escuchado comentar a varios profesores y/o colegas que la principal variable del marketing mix es el Producto, porque si no se tiene un buen producto el público lo va a rechazar; pero considero que independientemente del standard de calidad, si se dirige al nicho o segmento correcto, el producto puede ser bien aceptado. También otros alegan que la principal variable es el precio, que aunque lo considere un elemento estratégico, las marcas líderes en consumo masivo no tendrían los precios más altos de la categoría en la que compiten, y si el precio no se adecua a la calidad del producto, tampoco comunicará el mensaje correcto al mercado. Otras personas dirán que nada se hace con un buen producto y buen precio si no está al alcance de las personas (lo cual es cierto), y unas que nada se hace con las tres primeras si el producto no se promociona para que la gente lo conozca. Yo pienso que nada hacemos con promocionar un producto que se pueda encontrar en todos los puntos de venta, con un precio razonable con respecto a la calidad y tentador al público si el posicionamiento de la marca, o el concepto de la marca en la mente de las personas es confuso. 
En el caso de la situación que describía al inicio, el producto en cuestión se ubicaba dentro de una marca sombrilla, donde se pretendía que el otrora éxito  de una marca de una sub categoría distinta , y percibida como de menor calidad, heredara su éxito a un producto distinto y perteneciente a una sub categoría creciente, además de que la sub categoría creciente se percibe como de mayor calidad. A los nuevos consumidores no los conquistó la marca bajo la "sombrilla" a pesar de los múltiples esfuerzos promocionales y muy buena colocación, buena calidad y precio inferior al líder de la sub categoría; y eso sin considerar la variable de tendencia y flexibilidad para adaptarse al mercado y/o nuevas formas de mercadear.
En mi conclusión, junto con  el lanzamiento de un  producto nuevo, se tiene que trabajar en paralelo en la identidad de del mismo, evaluar cómo posicionar la nueva marca en la menta de las personas, en qué aspecto se puede diferenciar de las otras marcas de la categoría, o si las características particulares del mismo permitirán crear una nueva categoría o sub categoría, si el slogan es claro y simple para ser recordado y relacionado con los aspectos diferenciadores; y así brindarle identidad propia. Si la imagen del producto o marca no es clara en la mente del consumidor, con suerte, probablemente solo una parte muy pequeña del  mercado se interese en el mismo.

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