jueves, 18 de enero de 2018

PARQUE DE FOOD TRUCKS O FOOD COURT AL AIRE LIBRE?

En los últimos años he visto como en Costa Rica el concepto de las camionetas de comida o food trucks han venido en aumento. Lo interesante es que el food truck no es algo en sí novedoso, ya que recuerdo desde mi niñez haber visto éste tipo de conceptos por parte de algunas cadenas de comida rápida, y hasta otras independientes vendiendo churros. Por lo general estos puestos de comida se podían observar en eventos masivos, ya sea deportivos, fiestas cívicas, y eventualmente en eventos privados con un tráfico de personas los suficientemente grande para asegurar la rentabilidad del negocio.

Ha sido interesante el desarrollo de los food trucks en países como Estados Unidos. Tienen la ventaja de tener una operación pequeña, pocas personas en un camión elaborando un menú simplificado, pero de calidad cercana a la gourmet, y precios similares a los de comida rápida, pero con pocas personas en el camión lo que hace que la operación no sea tan costosa como un restaurante de cualquier tipo. Pero entre lo más interesante y me parece que punto clave de éste tipo de negocio es que hay ciudades que tienen áreas destinadas a que estos food trucks puedan parquearse a ofrecer sus productos a las personas que transiten en la zona. El permiso puede ser de uno o varios días, con la finalidad de que los camiones puedan ir a distintas partes de la ciudad a ofrecer su menú y lleguen otros negocios con otro tipo de comida. Algo que me parece muy interesante  dinámico... el solo hecho de pensar que por donde transito, y en una misma ubicación en una semana pueda tener la posibilidad de comer comida indú, mexicana y paninis durante una semana se me hace muy llamativo, y mantenerme siempre a la expectativa de nuevos menues, y la "casi obligación" de comprar algún platillo por la corta estancia del camión en ese lugar en específico.

En Costa Rica han desarrollado varios tipos de restaurantes de food trucks con especialidades en carnes, mariscos, crepas, comida mexiacana, entre otros. Hasta hace un tiempo, y dependiendo del tamaño del evento, ésta nueva ola de food trucks casi que solo se podían encontrar en eventos privados, algo así como un tipo de servicio de catering. Dependiendo del tamaño del evento, así contrataban la cantidad de camiones de comida, ya sea de una o varias empresas,  al fin y al cabo, una actividad interesante que están relanzando al mercado costarricense.

En diferentes partes del país han abierto o establecido parques de food trucks. Estos parques son lugares donde un grupo de propietarios de camiones de comida en conjunto alquilan un terreno adecuado para parquear varias de éstas cocinas móviles. He notado que estas áreas las condicionan de muy buena manera con parqueo, mesas y hasta área de juegos infantiles para comodidad de los comensales. Sin duda alguna una magnífica iniciativa, pero a diferencia de lo que ocurre en otros países, los food trucks de esos parques privados no rotan, no se mueven, tienen un puesto fijo, siempre está el mismo tipo de menú que ofrece cada camión en su especialidad. No hay expectativa, tengo la seguridad que siempre estarán ahí, me da toda la impresión de una plaza de comidas de un centro comercial con la particularidad que es a cielo abierto, con las ventajas y desventajas que ésta particularidad pueda otorgar. Y si tras de eso, los precios los encuentro superiores a los restaurantes de comida rápida, lo encontraré menos motivante a no ser que desee un platillo particular de alguno de los food tucks.


Y esto me ha resultado curioso porque regularmente paso al frente de un parque food trucks, con camiones bien pintados y sin duda ofreciendo buena comida; lugar iluminado y bien desarrollado, pero durante varias horas del día prácticamente no llegan personas a comer ahí. Usualmente los fines de semana y en la noches, si es que el clima lo permite se verán personas en ese parque.

La iniciativa está y es buena, el mercado existe, pero la legislación de los gobiernos locales y tampoco la nacional han ayudado a impulsar éste tipo de negocio, otra evidencia de que muchas veces las leyes actuales no se adecúan a las nuevas tendencias de mercado.

Ojalá este modelo de negocio se logre desarrollar y explotar a como fue pensado en un inicio, para llenar una necesidad de mercado y establecerse en un nicho; y así poder aprovechar la movilidad de éstas cocinas rodantes y poder rotar llegar a lugares de alto tráfico de personas, y no esperar a que las personas los busquen.